jueves, febrero 09, 2006

La mitad de lo que se esperaba de mi

Si, un título bastante descriptivo de mi situación de ahora, y que viene a ser la continuación a los posteado ayer...

Ya expliqué todo lo que se esperaba de nosotros, aquellos nacidos en la generación de los 70, pero ahora toca llegar a a explicar hasta donde podemos llegar algunos.

Si, soy de la generación de la EGB, del BUP y del COU. De elegir letras puras, ciencias mixtas o ciencias puras (ahora creo que tienen para elegir mil cosas más).
En plena ebullición hormonal, con el pavo subido a la cabeza, te dicen, a la hora de hacer la matricula que elijas, así de pronto, ¿Ciencias puras o letras puras? y tú, que lo único que quieres saber es cual es el plan del próximo viernes, pues piensas... ni lo uno ni lo otro, nunca me gustaron los extremos, así que... MIXTAS, que con eso no fallas.

Y tu paso por el instituto va sin pena ni gloria, con una media de Bien. Yendo los veranos a Irlanda o Inglaterra a aprender inglés, o en mi caso, a aprender acento, andaluz, catalán, gallego, extremeño...
Y llegas a COU, y te asustan con eso de la selectividad y piensas... pues hay que ponerse las pilas, hasta que terminas el curso con una media de Sobresaliente (seis para ser exactos) y realizando una selectividad que, irremediablemente, te baja la nota.
Aun así me quedo con una media razonable, 6'81, creo recordar... y empiezan los problemas.
¿Que estudiar? Ni idea, con MIXTAS poco se puede hacer, o por lo menos poco de lo que me gusta o me sienta atraida.

Así que con 17 años me encuentro con la decisión más importante de mi vida, elegir carrera, con muchas recomendaciones por parte de mi entorno pero ninguna convincente.

Se va acabando el plazo y elijo, así al azar, ECONOMICAS (gran error). Ya el primer día de Facultad descubrí que esa elección me traería problemas...

Pero continuo... iba por los veranos "perfeccionando" inglés, y luego con el aprendizaje de italiano, dos años, y mi titulo de nivel medio-alto en una carpeta, y aprendizaje de francés, con beca Erasmus incluida al pais galo (mi salvador), cursos de Pymes, cursos de Marketing, alumna interna de departamento, curso de Recursos Humanos... si mil y una cosas para "engordar" es CV y que de primeras ya te lo miren cuando lo envies a una empresa.

Pero de repente llego "ella", si, aquella que hizo que tuviera que parar esa inminente carrera, la Depresión. Esa enfermedad que llega sin avisar (como todas), que se instala en ti (como todas) y que puede ser muy destructiva si no la tratas (como todas también).

Y aquí se acabó mi ascendente carrera a "ejecutiva del año". Esa enfermedad me llevó a abandonar los estudios, aquellos por los que no me sentía para nada atraida ni identificada. Despues de años y años paseando libros por la facultad, decidí darme un parón (y por recomendación médica, por supuesto).

Y ahora estoy, aquí, trabajando en una oficina ocho horas y media, en un trabajo, que aunque muy bien remunerado, consiste en responder las llamadas telefonicas, servir cafe a las visitas y de vez en cuando archivar algún papel...
De nada me sirvió estudiar 3 idiomas, los cursos de relleno de la facultad, llegar hasta casi casi al final de mis estudios.
A veces pienso que quizá deberia de decir: Would you like a cup of tea?,en lugar de preguntar si alguien quiere un cafe, así pensaría que el inglés, por lo menos es util en mi trabajo.

Y aún me queda terminar estudios, y hacer ese master, y pasar a engrosar la lista del INEM, para llegar a mi primer trabajo basura, ese que te explotan por un sueldo asqueroso y que estas de "becario" 2 años, como la gente de mi generación.

Pero no, de momento sigo aquí, contestando llamadas y pasandolas por centralita. No recuerdo ninguna agignatura de la Facultad que enseñen eso...

Y todo ha sido por "ella", mi ex-compañera de viajes, de frustraciones y de desengaños, aquella de decidió estar conmigo 9 años de mi vida, tomando decisiones por mi, dirigiendome a su antojo.

Esa enfermedad "tabú" de la que nadie habla que pero que todos en algún momento de nuestras vidas podemos tener.
Y por ella me quedé a la mitad. Escribiendo en este ordenador en lugar de estar volando hacia Hong Kong, en bussines, para cerrar una importante operación financiera.

A ella le debo estar donde estoy, pero también tengo que "agradecerle" cosas, porque en la lucha por sacarla de mi vida, hice cosas de las que me siento muy orgullosa.

Otro día hablaré de ella, aunque sé, que de una manera u otra siempre aparecerá en mis escritos, porque han sido muchos años juntas, y no puedo borrar esa etapa de mi vida de un plumazo.

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