De regreso de nuevo

Aqui, después de casi un mes desaparecida de este blog, pero no olvidada, regreso a sus paginas porque como ya dije una vez, no me gusta dejar las cosas a medio.

En este mes he tenido algunas situaciones que me han llevado a no tener muchas ganas de escribir y menos a redactar aquellas cosas que en estos momentos ocupan mi mente, pero creo que no es justo, que por problemas ajenos a esto, yo "desaparezca" de aqui. Cuando además mi psicologo cree que escribiendo me voy a sentir bastante mejor.

Y como explico lo acontecido? Pues bien, quizá desde el principio... que no es poco.

En ocasiones anteriores he comentado lo dificil que es la relación con mi jefa directa, quizá porque depender exclusivamente de una unica persona cuyo norte y sur es solamente trabajar y de manera compulsivamente, no puede ser bueno... y así estoy yo.
A más tiempo transcurrido comienzan el veradero estres, y allí es donde tengo yo la parte más perjudicada.

Hemos llegado un momento que sus nervios, sus cabreos, sus tensiones son pagadas contra mi cual "puching ball". Es una situación rara, pero si el día es bueno, todo es buenas caras hacia mi, y todo estupendo y muy buen rollito, pero como algo, cualquier cosa, da igual lo que sea porque no tendrá nada que ver conmigo, la cosa pega un giró de 180 grados y todo se vuelve contra mi.

He aguantado gritos, subidas de tono inexplicables, un continuo: No sabes hacer nada, No confio en ti, no puedo contar contigo, no te enteras de nada... innumerables cortes y todo tipo de comentarios que poco a poco, han vuelto a hacer de mi una persona insegura (lamentablemente eso no es nuevo para mi).
Callé mucho tiempo porque cuando le decía algo a alguien me decía que los jefes son así, que quizá estaba "mal acostumbrada" y por eso me soprendía. Pero yo no lo veía normal... no veía normal sentirte a diario como una mierda, como una basura. Tener miedo de ver como entra por la puerta y ver de que humor aparece y lo que es peor, que aquí en el departamento donde yo trabajo, estoy sola, que no tengo a nadie más con quien tomarme un café y desahogarme, por lo cual todo se va quedando dentro, haciendo daño.

El miercoles tuve otra sesión de gritos contra los "inutil" que era (exactamente no usa esa palabra, pero es lo que viene a decir). Llegué a mi casa con una llantera y se lo conté a mis padres, que obviamente se quedaron sorprendidos.
Y después me sentí culpable de nuevo, creo que era una especie de "sindrome de estocolmo". Y si realmente la culpa es mia? Y si yo no se hacer las cosas?

Es muy buen trabajo, una empresa estupenda, mi problema es con mi superior. Y estoy convencida de que no es nada en contra mia directamente, es así con todo el mundo, el problema es que aquí, ahora mismo, la subordinada directa soy yo.

El jueves me dejó una nota escrita con bastante mala sombra. Ya tenía mi prueba escrita. La enseñé en mi casa y les dije, si escribe esto en algo que puedo guardar, que no me dirá a la cara cuando se enfada.

Me dijeron que me lo dejara, que no necesitaba aguantar eso... pero ahora me encuentro entre la espada y la pared. Desde que empecé con el tratamiento de mi "enfermedad", necesitaba trabajar para tener la mente ocupada. Ahora, si me voy al paro, temo recaer, ya que durante un tiempo, trabajar conseguió que encontrara la estabilidad que buscaba, me ayudó a recuperarme antes... pero ahora estoy en una continua tensión, esperando a ver como le fué el día a la otra persona.

Bueno, esta fué la razón por la que desaparecí cerca de un mes. No tengo demasiadas fuerzas ni ganas de escribir aunque haré un esfuerzo. Gracias a todos los que habeis preguntado, a los que habeis seguido viniendo.

Seguiré viniendo, aunque algunos días me cueste más, lo intentaré. Esto no puede ser así eternamente. Digo yo que las cosas cambiarán, aunque sea yendome de aqui a otro puesto de trabajo.

Saludos y gracias por vuestros apoyos.