miércoles, junio 28, 2006

Como agua para el chocolate

Ayer me vino a la memoria recuerdos de la infancia, la verdad es que me van viniendo continuamente porque fue una etapa muy feliz, pero ayer eran especiales, se mezclaban con olores y sabores.

Siempre me gustó la cocina y es que de pequeña ya apuntaba maneras de buena cocinera. Mi madre me llevaba al mercado de abastos a comprar todos los sabados por la mañana y para mi era un placer corretear entre todas las frutas y verduras frescas. Me encantaba mirar los colores vivos de algunas verduras, el olor que desprendía las frutas, me embobaba con los pescados frescos del día y me horrorizada ver la carne colgada de ganchos (aunque luego en el plato bien que me lo comía).

Pero he tenido buenas maestras a la hora de combinar todos esos ingredientes, y eso han sido mis abuelas. Recuerdo en una cocina de la una casa en el campo, hoy en día ya abandonada, como solían salir unos guisos como nunca he vuelto a probar.

Eran hornos de leña, y los sabores eran más autenticos e intensos.

Una de mis abuelas, su manera de dar recetas era bastante curiosa, ella no sabía ni quería saber de medidas, simplemente decía, un puñado, 3 pellizcos, un dedo.... y así, tenías que apañartelas para hacer un buen gazpacho manchego, un magnifico cocido o un sabroso arroz.

Nunca conseguí conseguir ese punto tan caracteristico de sus platos, pero siempre quise pensar que es que mis puñados, mis pellizcos y mis dedos no eran iguales que los de ella. Mis dedos son mas cortos y mi manos más pequeñas, y las de ella eran huesudas y grandes.

También se llevó muchos secretos a la tumba y que se siempre que le preguntaba me decía que una tarde los apuntariamos todos... hasta que se fué.

Me encantaría disponer de tiempo para poder seguir aprendiendo a hacer platos, para recuperar algunas de esas recetas ya olvidadas, pero el horario laboral, las prisas, el estres, la falta de tiempo, la comida rapida y las dietas a base de pechuga de pollo, hacen que de momento no lo haga... pero lo haré, no se cuando, pero encontraré ese tiempo.

Cuando tenga nietos (aunque primero tendrán que llegar mis hijos, jejejeje), quiero que ellos aprendan muchas de esas cosas que me enseñó mi abuela aunque sea en cocina de vitroceramica...

Reproducción en curso: BSO "Memorias de Africa"

  • Esta foto es real, de unas de mis cocinas de
    antaño... ojalá volvieran a existir.

viernes, junio 23, 2006

Al rico helado!!



Viernes, vispera de San Juan y 35 grados en la calle... así empieza nuestro primer fin de semana de junio, en plena ola de calor que hace que salir a la calle sea un autentico suplicio.

Por eso, mientras mi fin de semana se plantea a la sombrita, en la piscina o a buen cubierto de un aire acondicionado, os invito a un helado. Los teneis de todos los colores, sabores y texturas...

El mio lo quiero de stracciatella con trufa, no sé, una mezcla rara, teniendo en cuenta que no soy forofa del chocolate ni de la nata, pero así de rara soy yo :-)

Feliz fin de semana a todos.

Besos



Reproducción en curso: Sidney O'connor y The Pogues "Haunted" (cortesía de Flexo)

martes, junio 20, 2006

Los trapos sucios no siempre se lavan en casa


En la mayoría de los paises europeos y sobretodo cuanto más al norte, el tener una lavadora en casa es sólo un instrumento que ocupa espacio y dinero, pero no por eso, uno tiene que dejar de lavar la ropa. Entonces es cuando aperecen en, cada esquina, una lavanderia comunitaria.

Es como cuando vas a la peluquería, llegas, esperas, pagas y te vas con el servicio hecho. Y te llevas toda tu ropa limpita y seca a casa.
Las razones por lo que no suelen tener lavadora en casa (hay quien si pero si existe esto es porque tiene su público), no las se, pero seguro que sirve para ahorrar agua, porque no te estás bajando todo el día a poner lavadoras y que sólo las pones cuando hay carga completa, que contaminas menos el medio ambiente con detergentes, que los pisos son pequeños y no hay suficiente espacio...


Y aunque yo no podría vivir sin mi lavadora en casa, reconozco que añoro esos lugares.


El caso fué mi primera colada en dicho pais extranjero, y allí me bajé yo con toda la ropa que me había traido. El caso es no toda estaba sucia, porque tuve que ir lavando a mano cosas (si momento WIPP EXPRESS), pero aproechando que voy pues llevo todo y mejor estará.

Y allí, en una de esas lavadoras industriales metes todas tus prendas, seleccionas programa y a esperar.
Y los mismo te lees un libro, que hablas con el vecino, que gastas en movil, que te quedas embobada mirando como el tambor da vuelta.
Y luego a la secadora, otro ratito más, comprobando de vez en cuando cuan caliente están las prendas y sacando las que ya están secas.

Pues a mi me gustan esas lavanderias, los veo sitios idoneos para conocer gente, para conocer a tu barrio, claro teniendo siempre mentalidad anglosajón, porque aquí seguro que estaríamos cotilleando la ropa interior del vecino (ya sabemos que cada pais tiene sus costumbres, jejejeje).

Y bueno, como me gusta, le decido un post, porque he pasado muy buenos ratos en esas lavaderias y porque alguna vez que me encuentro aburrida en casa, me bajaría a una de ellas, tan sólo para charlar con alguién que estuviera allí.

Hay momentos que no vuelven a repetirse nunca.

Un saludo :-)
Reproducción en curso: "Common people", PULP

martes, junio 13, 2006

Volverán las oscuras golondrinas...

Y como ellas vuelvo yo. Ha sido un viaje estupendisimo que me ha servido como recarga de pilas.

Desde la llegada del avión y la correspondiente carrera a coger el autobús que nos llevaría al pueblo, hasta que llegamos, pasaron varias horas. P, que cargaba una enorme maleta, como si pensara que se fuera a quedar allí a vivir, llegó más cansado que yo. Este chico no aprende, le dije tantas veces que no había que llevarse nada más que lo justo, jejejeje...

Estuvimos en un pueblo de montaña muy bonito, rodeados de lagos y rios y sobretodo de mucha vegentación. Hicimos senderimos y excursiones por la mañana y descansamos por las noches.





Allí anoche más tarde y los días se aprovechan más, aunque por todos es sabido que fuera de España, a las 18 de la tarde es bastante dificil encontrar una tienda abierta, y si te descuidas a las 22 horas no te da nadie de cenar, pero adaptándote al horario, se saca también tiempo para todo.

Estuvimos en una gruta de hielo, que daba miedo entrar. Era un glaciar que llevaba miles de años allí, sin disminuir apenas y en uno de sus laterales había hecho una cuva que accedía a unos poco metros de su interior. A mi me daba miedo, porque a ver si después de miles de años, precisamente ese día iba a decidir descongelarse (pensamiento de una neurotica, jejejejeje), pero entre el miedo de que ello ocurriera o la curiosidad de entrar, pudo más lo segundo y allí entramos P y yo. Encontramos todo tipo de esculturas de hielo, iluminadas con focos de colores que le daban un aspecto, aún más curioso. Hacía frio, y por suerte, ibamos preparados.





Y los trayectos entre pueblecitos en tren, también erán para quedarse "embobada" mirando por la ventanilla todo el rato




Pero ya regresé, y me quedan muy buenos recuerdos y muchas fuerzas por delante.

Definitivamente, este junio está siendo muy bueno.

Saludos a todos :-)

lunes, junio 05, 2006

Boarding gate 5




Con las maletas ya casi a punto, con la necesidad de unas vacaciones y la ilusión por emprender un nuevo viaje, me encuentro hoy escribiendo este post.
En estos días ha habido mucho trabajo y poco tiempo libre pero aqui regreso, cuando me encuentro en plena euforia del momento pre-vuelo. La temperatura de hoy, en mi lugar de destino, es de mínima 3 grados y máxima 18, no está mal. He vuelto a rescatar de mi armario algunas prendas de invierno que tras estos días de calor penetrante no viene mal recordar un poco el frio que se nos fué.
Me encanta coger un avión y aterrizar en un nuevo aeropuerto, buscar la manera de llegar a mi destino final aunque para ellos tenga que coger varios trenes, metros y autobuses. Me gusta que el destino sea poco accesible porque así más divertida será la experiencia de llegar a el.
Y luego perderme por las estrechas calles del pueblo, saborear su gastronomia, mezclarme con sus gentes, como si de toda la vida hubiera vivido allí...
Ropa,la justa, no me gusta cargar la maleta. Mis múltiples experiencias viajeras me han llevado a saber exactamente que meter en la maleta, ya no creo mucho en "los por si acaso", porque si "por si acaso" necesito algo que no llevo, podré adquirirlo allí, y facturar, a ser posible no... no quiero que una compañía aerea amargue mis primeras horas de viaje.
Y cuando llegue, saldré corriendo a ver las montañas... estoy deseando respirar aire puro.
Ya para el día 12 me han anunciado una semana bastante dura, así que más me vale disfrutar cada minuto de ese viaje.
Creo que la llegada de junio ha sido positiva, me han pasado muchas cosas buenas desde que el mes llegó, así que espero seguir con este optimismo, cuando regrese.
Un saludo a todos y nos vemos pronto, con todas las pilas recargadas.

Reproducción en curso: Los planetas "De viaje"